¿Imaginas tener clases normales, pero sin la oportunidad de ver? ¿O hacer esfuerzos casi sobrehumanos en tu mente simplemente para concentrarte mientras los profesores hablan, los compañeros gritan o molestan? Es una realidad que algunas personas enfrentan y que, sin importar las dificultades, salen adelante y mejor que aquellos que lo tuvieron todo.
Esta es la realidad que algunos estudiantes en Guatemala viven toda su vida, en el que sin importar que no les den el apoyo en algunas clases, en las cuales obviamente otros tienen mayor ventaja. Logran explotar el resto de sus sentidos y salir adelante. Así ha sido la vida de Pablo e Isela, dos realidades diferentes, pero que tienen algo en común: esfuerzo y lucha.
Solo se necesita concentración
“Cuando un licenciado está explicando un tema, no lo entiendo al instante, y me lo vuelve a repasar, pero sigo sin comprenderlo, hasta minutos más tarde ya entendí su explicación”. Una cuestión a diario para Pablo, quien estudia Ciencias de la Comunicación y que lucha por ser un locutor en el futuro.
Pablo tiene dificultades para captar a la primera toda la información que normalmente se da en una clase universitaria. Claro, nadie se podría dar cuenta a la primera de tal estado sino hasta que logras tener una conversación con él y te cuenta. “Hay ocasiones que me siento menos que los demás por esta dificultad, pero he aprendido que no importa las dificultades que estés pasado o has pasado, siempre con fe y mucho esfuerzo de uno mismo, tú puedes salir adelante”.
A pesar de los límites que muchos han tratado de ponerle, tanto en el colegio como en la universidad, muchos le han entendido y apoyado para que pueda tener la misma oportunidad que el resto.
¿Quién dijo que no se podía?
Isela Magalí, originaria de San Pedro Sacatepéquez, a los 3 meses de vida desarrolló glaucoma, su mamá la llevó a emergencia del Hospital Roosevelt. Nunca ha sido un obstáculo para su vida, claro que al principio fue un reto que la fortaleció. “Estudié en colegio normal, al principio me costó encontrar un lugar donde me aceptaran, porque no sabían cómo tratarme”. Agrega que: “Logré graduarme de Bachiller en Ciencias de la Comunicación y luego ingresé a la Universidad Mesoamericana a estudiar lo mismo, me faltan dos años para graduarme”.
Isela, a pesar de ser no vidente, es una joven que tiene muchos sueños y no le tiene miedo a nada, aprendió a andar sola en bus y ser independiente. Incluso utiliza una aplicación para leer mensajes, ver fotos en su pantalla de celular y computadora. “Mi vida ha sido un reto, pero me hace ser diferente ante los demás, me he aceptado y sé que Dios me tiene un propósito”.
Y ella tiene un mensaje para ti: “Yo le digo a todo el mundo que no se rindan y nunca dejen de luchar aunque la vida sea difícil”.
Isela Magali, también forma parte de la selección de Goalball, un deporte, en el cual personas como ella demuestran que nada es imposible.
¿Tú cómo serías si estuvieras en su posición? ¿Crees que deberían adaptar algunas clases para que cualquiera pueda recibir apropiadamente las materias en la universidad?
Un relato de Juan José Muralles y Cristian Ramírez.