El fiscal del distrito sur de Nueva York, Adolphus Wright, dio a conocer que el candidato presidencial Mario Estrada, del partido Unión del Cambio Nacional (UCN), y Juan Pablo González Mayorga fueron acusados en una corte federal de Manhattan, de conspirar para la importación de cocaína hacia los Estados Unidos; asimismo, de posesión ilegal de armas de grueso calibre. Por si fuera poco, también los señalan de haberle solicitado al cartel de Sinaloa, fondos para financiar la campaña electoral del candidato. Ambos fueron capturados en la ciudad de Miami, Florida.
A cambio, de resultar electo, Estrada y González se habrían comprometido a poner los puertos y aeropuertos del país a disposición del referido grupo criminal, para que operara sin problema. “Gracias a los esfuerzos de la DEA, Estrada no tiene chance de resultar electo en Guatemala, pero él y González enfrentarán a la justicia en los Estados Unidos”, apunta el comunicado.
Mario Estrada y su paso por la vida pública
Mario Estrada nació el 19 de junio de 1960, en la localidad de Monjas, Jalapa. Es el primogénito del matrimonio de Adán Estrada Ruano y Zoila Orellana. Su infancia transcurrió en su tierra natal, donde atendió la educación primaria en la Escuela Tipo Federación.
Para asistir a clases caminaba 8 kilómetros y cuando no estaba en la escuela, trabajaba la tierra al lado de su padre. Luego se trasladó a la capital, donde estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Posteriormente laboró en el Ministerio de Finanzas, como ayudante de bodega, y luego de 10 años logró llegar a ser director administrativo.
En 1995 participó en las elecciones generales como candidato a diputado por el partido Unión del Centro Nacional, donde tuvo su primer revés, pues no llegó a ganar la curul. Sin embargo, en los comicios de 1999 logró la tan ansiada curul, de la mano del Frente Republicano Guatemalteco (FRG). Durante el gobierno de Alfonso Portillo, su entrañable amistad le valió para que en el año 2000 fuera nombrado director de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). Esta tenía por objeto apoyar a los sectores más desfavorecidos del país.
El nombramiento de Estrada y su trabajo en la Sedesol generaron resquemor dentro de las filas del FRG, por lo que líderes del partido y colaboradores de la línea dura de la agrupación hablaban de que su labor era clientelar y con miras a elevar su perfil político. Asimismo, cada vez que Portillo salía de viaje, el puesto de Estrada quedaba en manos del entonces vicepresidente Juan Francisco Reyes, quien no era simpatizante del jalapaneco. Siete meses después de asumir el cargo, la referida Secretaría fue clausurada y los escándalos por corrupción no se hicieron esperar.
De la Sedesol a la política
Sedesol fue creada a imitación de la Secretaría de Desarrollo Social, en México. En Guatemala, el gobierno de Portillo le asignó un presupuesto de Q248 millones, los cuales estuvieron a cargo de Estrada. Sin embargo, una de las más duras críticas a esa dependencia fue que el 80 por ciento de su presupuesto se dirigió a gastos de funcionamiento, no a inversión en desarrollo. Señalamientos de gastos irregulares, como pagos de favores políticos a diputados con plazas para sus allegados mancharon la gestión del jalapaneco.
En 2006 fue proclamado como candidato a la presidencia de Guatemala por la UCN, quedando en sexto lugar con 103 mil 695 votos. Luego, en 2010, volvió a correr con UCN. En esa oportunidad logró 385 mil 932 sufragios. Muchos atribuyen este resultado a una de sus promesas de campaña, que decía: “Si Mario Estrada llega a la presidencia, sacará a Alfonso Portillo de la cárcel”.
Estrada, ahora detenido, es un exitoso empresario en su natal Jalapa, donde es propietario de gasolineras, fábricas de blocks, empresas de cable, ferreterías y compañías de vidrio. El regreso de Portillo a Guatemala, luego de haber purgado una condena por lavado de dinero en Estados Unidos, le sumó a la figura política de Estrada y lo impulsó en un nuevo intento por llegar a la presidencia del país.
Nuevamente, y lejos de la figura de su amigo Portillo, este año se postulaba como candidato a la presidencia por la UCN. Su compañero de fórmula era Javier Castillo, pero ahora solo se ha convertido en uno más de los que querían, pero no podrán participar en las próximas elecciones generales.