Una vez más el Centro Histórico y sus alrededores me sorprenden con lugares extraordinarios. Me contaron de una esquina en la que sirven pizzas surreales, pero deliciosas. Literalmente, por desagradable que se lea, quisimos haber podido lamer el molde de la pizza. ¡Quiero más!
A lo mejor ya has tenido la oportunidad de visitarlos, pero por si aún no, el lugar se llama La Esquina Jazz Café. Todo está lleno de magia, desde el equipo de chavos súper apasionados por lo que realizan, el ambiente del recinto que resalta la cultura de Jazz, hasta la deliciosa comida y exquisitas bebidas; la combinación de esos elementos provoca que pierdas de vista tu reloj y no quieras salir de ese allí.
Y comprendí que cuánta razón hay en la frase: “El jazz trata acerca de estar en el momento presente”.
Porque te hace desconectarte de todo, para así disfrutar de una rica noche acompañados de música en vivo con excelentes maestros del jazz, siendo atendidos como reyes. Sin duda alguna, por eso es que cada tarde esta esquina se va llenando de personalidades que lo único que buscan es enajenarse y disfrutar de lo bueno que tiene la vida, la música y la comida.
Todo lo prepararon como si nos conocieran a la perfección, como si supieran que amo el coco y por ello decidieron prepararme una limonada con esta fruta. ¡La amaré eternamente! Y la pizza, por favor la quisiera todos los días, la mezcla de jamón serrano con melocotones, camarones con vegetales y en medio una ensaladita con almendras. ¡Queremos más! Gracias por tanta delicia. Pero regresaré a probar las demás.
No cabe duda, de que la confianza que los propietarios han depositado en su equipo es la razón de tanta pasión por parte de todos los chicos. Son geniales.
¿Quién diría que de una esquina, que alguna vez fue una casa familiar, hoy sería mi esquina favorita para enajenarme de todo y disfrutar de los placeres que nos da esto que llamamos vida? Hay mucha razón cuando se dice que de cierto modo nuestra vida es como el jazz, porque es mejor cuando se improvisa.