¿Sorpresa? Definitivamente no. Antigua pinchó llanta en dos ocasiones durante la fase de clasificación. Por doloroso y crudo que suene, sirvió entre poco y nada que llegara un refuerzo tan pesado como José Manuel Contreras. Los coloniales no pudieron contra el ímpetu de los chivos que hicieron estallar su estadio.
Ronald “La Bala” Gómez aseguró una plaza en la liguilla y con eso provocó un efecto “aceleración” en el corazón de los aficionados chivos, que encontraron la luz al final del camino. Pasaron de la nubosidad a la decisión más certera.
Cuando el reloj anunciaba el minuto 13 del juego comenzó la celebración de los lanudos y el calvario para Mauricio Tapia y sus dirigidos. No podemos negar que acaparó la atención esta estrepitosa caída de los panzas verdes desde la gloria y el embriagante éxito hasta el infernal y desgraciado undécimo lugar en el Clausura 2017.
No podemos dejar a un lado el esfuerzo y evidente crecimiento que tuvo Petapa en este certamen. El equipo salió de la zona del descenso y saltó altísimo hasta llegar a las semifinales. Su técnico Ramiro Cepeda agonizó en algunas jornadas, pero no lo suficiente para tirar la toalla.
Municipal, por su lado tragó con fuerza frente a Marquense que hizo el último intento por conseguir un boleto, pero nuevamente las falencias se hicieron evidentes en casa y no pudieron avanzar con éxito.
Como era de esperarse, Comunicaciones clasificó con mucho esfuerzo. El inicio del torneo fue catastrófico para los cremas pero han logrado establecerse desde la llegada de Ronald González, el tico de la capa salvadora. Los albos pasaron con un empate ante Malacateco y aún dejan muchas dudas sobre la telaraña que los cubre.
Guastatoya también se coló a la fase de pre clasificación de semifinales. La Liga les jugó bonito a los pecho amarillo que alcanzaron el primer objetivo pese a tener una irregular campaña. ¿Quién dice que los periquitos no vuelan alto? Irónico, la última jornada fue la que nos dejó sentir el fútbol con toda la pasión.
La otra grata sorpresa fue Suchitepéquez que no solamente salvó la categoría sino que además entró a la fiesta grande del balompié nacional. Los venados sufrieron por mucho tiempo, pero como reza el dicho: el diablo sabe más por viejo que por diablo. Se aplica perfectamente al trabajo de Walter Claverí que rescató a sus lastimados dirigidos.
Este miércoles iniciará la aventura por conseguir el sello hacia la gran final del certamen. Según la ensalada del torneo, el platillo fuerte tendrá un sabor afrodisíaco y dispondremos de un exquisito postre entre los dos mejores.
Para los seguidores de la liga nacional llegó el momento más intenso. Los días en los que todo puede pasar y los menos laureados den un golpe de autoridad, o incluso que los más experimentados amplíen su palmarés.
Fotografía Xelajú MC.