El último lunes de enero, Fredy López Castro, de 19 años, madrugó para ir a trabajar como ayudante de bus. Su ruta era de Fraijanes a la ciudad, pero su vida terminó en el kilómetro 19.5, frente al ingreso a El Sausalito, Fraijanes.
Dos sicarios dispararon contra López Castro, matándolo al instante. Su cuerpo quedó inmóvil sobre el asfalto. El piloto estaba consternado y por miedo, no dijo ni una palabra a los medios.
“Era una persona honrada y amable. Nunca comentó sobre alguna amenaza, quizá por miedo o para protegernos”, comentó la suegra de la víctima.
Los familiares del joven llegaron a la escena y colocaron una vela al lado del cuerpo de López Castro. ¿Cómo le explicarían a una pequeña de 10 meses de edad que su padre nunca volverá a casa?
Historias como la de López Castro son el pan diario de pilotos y ayudantes de buses extraurbanos que recorren la ruta de Fraijanes a Guatemala, ya que cinco grupos de delincuentes los están ahogando con extorsiones en dicha área.
El fin de semana recién pasado, los transportistas convocaron a un paro. Exigían atención por parte de las autoridades para continuar su trabajo, sin tener que temer por su vida. “Nos ganamos el dinero honradamente corriendo el riesgo”, comentó un chofer, quien prefirió guardar anonimato por temor a represalias.
Por casi tres días, pobladores de Fraijanes no pudieron movilizarse a sus trabajos con normalidad. Esperaron horas para abordar un microbús o un picop. Algunos aprovecharon la situación para brindar transporte, pero al doble del precio.
Los microbuses cobran Q3 para llevar a las personas del centro del municipio hasta algún lugar de carretera a El Salvador, pero ese día pedían Q5.
Los capitalinos vieron una oportunidad de negocio y a través de grupos de Facebook, ofrecían movilizar a las personas de lugares como la zona 10 o Vista Hermosa hacia carretera a El Salvador, pero a un precio desde Q10.
Margarita Tecún, quien trabaja en una residencial cercana a Pavón, no llegó a su casa porque el bus que normalmente toma estaba estacionado frente a una gasolinera en Fraijanes y no se iba a mover.
“Es mi trabajo y me afecta, pero ellos pobres también porque mueren trabajando”, indicó. En un día normal, Tecún debe abordar un microbús del residencial hacia la carretera principal y abordar una camioneta desde ahí hacia Fraijanes.
El lunes, algunos pilotos decidieron reanudar actividades, pero con un cambio: un aumento de Q0.50 al pasaje. Ahora, viajar de Fraijanes hacia la terminal de buses, en la zona 4 de la capital, cuesta Q5.
Los choferes argumentaron que el incremento se hizo para pagar las extorsiones, ya que desde la muerte de López Castro, los pandilleros les “pasaron tirando” nuevos teléfonos celulares. Por medio de estos les indicaron las nuevas cantidades que debían pagar y la manera en que debían hacerlo.
“Los usuarios nos deberían entender. Es nuestro trabajo y no es fácil hacerlo con miedo de que en cualquier momento te maten”, refirió otro piloto de la ruta.
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Los transportistas afirman que los delincuentes los amenazan con disparos al aire, e incluso poseen artefactos explosivos.
Se calcula que los transportistas pagan por extorsión más de Q250 mil mensuales, según la Procuraduría de los Derechos Humanos.
Se aprovecharon de la situación
Aunque los pobladores de Fraijanes lamentan la delincuencia y la violencia que sufren los transportistas, en grupos de Facebook se denunció el aumento al pasaje. “Se aprovecharon de las extorsiones para incrementarlo y al final, nos afectó a los usuarios”, manifestó Erwin López.
Muchos vieron esta acción como “ilegal”, ya que la tarifa no fue informada a la Dirección General de Transportes (DGT).
A pesar del descontento, la DGT no ha recibido una denuncia de incremento formal por parte de algún usuario de la ruta, pero a través de los medios de comunicación locales el personal se enteró del incremento.
En ese caso, los inspectores de la DGT deben ir al lugar, subirse a una camioneta y hacer el recorrido completo. Luego, se verifica cuántos kilómetros recorrieron y con base en la cantidad se compara con las tarifas establecidas. Si el piloto está cobrando de más, podría ser sancionado con Q10 mil por el incremento no autorizado.
Así es una llamada por extorsión:
En todo el país
El pasado 4 de febrero, el ayudante de bus Hugo Feliciano, de 27 años, fue asesinado en la ruta de Quetzaltenango hacia San Marcos. Tenía nueve años de trabajar con el piloto, quien pocos días antes había recibido un celular por parte de un grupo de extorsionistas.
El ayudante se convirtió en una víctima más de las extorsiones a transportistas, que afectan a pilotos de diferentes rutas en todo el país. Su familia también tendrá que explicarles a sus tres hijos que su padre nunca volvería a cruzar la puerta de su casa.
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Fotos: guatemalachickenbus.com, Qué Pasó Fraijanes, PMT Fraijanes.