Luego de que en Guatemala se diera a conocer como el empresario argentino Federico Machado operaba una mina ilegal en Chiquimula, queda al descubierto un esquema de lavado, narcotráfico y estafas a escala mundial. De acuerdo con el proceso NO. 4:20-CR-212 de la corte del Distrito Este de Texas, a Federico Machado se le acusa de formar parte de una estructura criminal dedicada al blanqueo de dinero y narcotráfico. Hasta el momento ocho personas han sido acusadas de trasiego trasnacional de drogas, lavado de dinero y crímenes financieros.
En Guatemala la captura de tres camiones, el pasado 23 de enero, cargados con minerales preciosos extraídos de una mina en Chiquimula dio la voz de alerta. La empresa Minas del Pueblo, propiedad de Machado, habría comenzado operaciones sin tener licencia de extracción de minerales y engañando a la comuna de Chiquimula. De acuerdo con la alcaldía, Minas del Pueblo aseguró que construiría una galera para resguardo de materiales, pero a escondidas comenzó una operación de extracción minera ilegal.
Tras la detención de los camiones, se logró establecer que no solo operaban ilegalmente, sino que intentaban trasladar el mineral extraído (oro) en Chiquimula para luego hacer parecer que habría sido extraído en la Alta Verapaz.
El propietario de Minas del Pueblo, Federico Machado, habría llegado a Guatemala posando como un exitoso empresario, recuerda el abogado Juan Pablo Carrasco. Carrasco asegura que durante una investigación sobre Machado, para un cliente internacional, logró establecer que habían cosas del inversionista que no cuadraban. Señalamientos de vínculos con redes criminales y hasta la detención de un avión cargado con casi una tonelada de cocaína en Barcelona, lo mantuvieron alejado del argentino.
“Fred Machado ha sido conocido acá en Guatemala, socialmente yo lo tengo identificado, pero no soy su abogado”, Juan Pablo Carrasco.
Curiosamente el bufete del cual Carrasco es socio, Central Law, otorgó el pasado 11 de diciembre de 2020 el nombramiento de David Scott Masters como nuevo Administrador Único y Representante legal de la sociedad Minas del Pueblo. La notario que autorizó la inscripción fue Aida Gabriela Trujillo Herrera, quien según la pagina de Central Law, figuró como una de las abogadas de la firma legal.
De acuerdo con la acusación NO. 4:20-CR-212 de la corte del Distrito Este de Texas, Machado y los otros acusados se dedicaba a la comercialización de aviones, donde se compraban y registraban las aeronaves a corporaciones extranjeras o individuos para luego ser exportadas. El documento revela que miles de aeronaves fueron registradas en Onalaska, un pueblo del este de Texas, donde ni si quiera hay un aeropuerto. “Los dueños de estas. son en su mayoría extranjeros”, asegura el documento.
Según la acusación, algunas de estas aeronaves eran luego utilizadas por carteles de la droga en lugares como Colombia, Venezuela, Ecuador, Belice, Honduras, Guatemala y México para traficar grandes cantidades de cocaína a los Estados Unidos. Llegando a alcanzar la suma de US$350 millones en operaciones ilícitas relacionadas con trafico de droga a nivel mundial.
La acusación va más allá y sostiene que luego de llevar la droga, el dinero recaudado era enviado a México para comprar más aeronaves y cocaína. “La compra de los aviones se completaba con transferencias a empresas de cartón registradas en Estados Unidos”. Y es aquí donde la justicia norteamericana señala directamente a Machado y su empresa South Florida Aviation de participar en el entramado criminal.
La acusación en Texas, también relata que Machado buscaba inversores para financiar la compra de los aviones que luego viajaban al sur. “Los inversionistas hacían depósitos a las empresas que luego desviaban el dinero para asuntos no relacionados con aviones”. Machado y sus socios criminales habrían conseguido estafar unos US$560 millones a sus inversionistas. “Machado conseguía inversionistas para la compra de aviones que nunca sucedieron y la operación funcionó desde 2016” relata el documento.
En algunos casos, asegura la acusación en Texas, Machado desviaba los fondos de los inversionistas a una operación minera en Guatemala. Y aquí, los fondos de Machado servían para financiar la extracción ilegal de oro y plata en la mina de Chiquimula.