Rosita Mateo, de 20 años, únicamente pudo estudiar su primaria, porque siempre imaginó su vida no en Santa Eulalia, Huehuetenango donde vive, si no en Estados Unidos.
Cuando ella tenía 10 años, sus padres decidieron irse de “mojados”, por sus problemas económicos, ya que tenían que mantener a 6 hijos. Rosita es la tercera de los seis.
Su papá decidió que se iría a trabajar a Estados Unidos con su esposa, porque ya no tenían dinero.
Ellos partieron y su recorrido tardó 21 días, al llegar pudieron conseguir trabajo fácilmente y al mes de estar allá enviaron los primeros dólares para apoyar a sus hijos. Rosita se dio cuenta que las cosas no serían tan difíciles en Estados Unidos, por lo que allí empezó su sueño.
Sus primas, quienes eran mayores que ella querían obtener dinero, pero siempre pensaron que en un pueblito tan pequeño no lo podrían lograr. Hace 3 años emprendieron el viaje al país del norte, el tiempo para llegar duró 30 días, pero llegaron.
Una de las primas de Rosita la llamó, para decirle que el viaje fue muy difícil, habían caminado muchísimo hasta que los pies se le ampollaron. Pero, lo más crítico sucedió en el desierto en México, cuando el “Coyote” le tocó las piernas, los senos y le arrancó la ropa sin su consentimiento. La amenaza del hombre fue que si no accedía, la iba a dejar sola en el camino, así que con aliento a licor la besó a la fuerza y abusó sexualmente de ella.
La prima de Rosita la alertó de lo sucedido, pero ella insiste que eso lo puede sobrevivir con tal de estar en Estados Unidos.
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Según el Ministerio de Relaciones Exteriores durante 2017, fueron deportadas 32 mil 825 personas desde los Estados Unidos. Las cuales desempeñaban labores de jardinería, carpintería, limpieza, cuidadores de niños y trabajos de agricultura.
Rosita sabe cuáles son los problemas que tendrá que enfrentar, pero eso no le preocupa.
Ha planificado su viaje durante casi un año, cree que la mejor época para irse será en marzo de este año.
Según Alejandra Gordillo, experta en temas de migración, entre las causas más frecuentes por las cuales las personas deciden migrar a Estados Unidos son: la falta de oportunidades, poder construir sus casas y la reunificación familiar, la violencia también está dentro del porcentaje, pero en menor escala.
Además, 6 de cada 10 mujeres sufren de algún tipo de violencia en el recorrido para llegar a Estados Unidos.
La experta señaló que una de las situaciones que más desesperan a las personas por irse, es que en sus comunidades no hay estudios, ni transporte, ya que en algunos lugares únicamente sale un bus diario y eso limita poder desarrollarse de mejor manera.